Título: Espada y brujería.
Autor: Lem Ryan.
Editorial: Bruguera.
Colección: Héroes del espacio.
Nº: 175.
Nº de páginas: 94.
Año de publicación: septiembre, 1983.
Precio original: 60 ptas.
Argumento:
Katham, el aesir, viaja sin compañía en un mundo en exceso peligroso. Cuando se adentra en los territorios del imperio xoqol sufre un encuentro con los hombres Olbar, comandados por Khant, su despiadado lugarteniente. Tras ser apresado por ellos y pretender venderle como esclavo, Katham reta a Khant frente a Olbar y su hermosa pareja, Daria, y consigue la libertad tras ganar la batalla.
Una vez libre, Katham prosigue su viaje hasta encontrarse con la Legión Roja de Kishe-Or. Su juramento a una mujer moribunda hace que se enfrente a los sanguinarios hombres de Kishe-Or y a horrores jamás conocidos. Pero los Ka están con él, y si no, maldita falta que le hace contar con su bendición.
Opinión personal:
Por fin tengo en mis manos y puedo leer una de las novelas que Lem Ryan dedicó al personaje de Katham. En efecto, aunque lo habitual dentro del mundo de los bolsilibros es que los personajes no tengan continuidad entre unas novelas y otras (existen, sin embargo, gloriosas excepciones como La saga de los Aznar, de Pascual Enguídanos o el personaje de Brigitte de Lou Carrigan, por citar al menos un par de ejemplos), en este caso el joven autor nos regaló un personaje poco al uso dentro de los géneros habituales de las «novelas de a duro»: un guerrero en un mundo de espada y brujería, como titula a esta segunda novela (la primera fue La espada de Katham).
Resulta curioso que, aunque en la época en que fueron publicadas estas novelas la fantasía épica sufrió un verdadero empuje por parte de novelas y juegos de rol del tipo Dungeons&Dragons o Dragonlance la novela popular en sí misma no dio verdadera acogida al género. El prólogo que abre esta novela resulta muy interesante a este respecto, aunque me abstendré de reproducirlo aquí, dirigiendo a los interesados a la impecable reseña que Odiseo publicase en Bolsi&Pulp en su día donde lo incluyó como curiosidad.
La novela me ha gustado bastante, a pesar de que tiene numerosas erratas (las prisas de edición en la época y pocos o nulos recursos en la corrección de las planchas antes de llevarlas a imprenta, imagino) y que hace continuas referencias a la primera parte que, desgraciadamente, aún no pude encontrar y leer. El ritmo es bueno, no permite el descanso y, en definitiva, entretiene como la que más. Por eso, aunque se me queda algo coja sin la primera parte, le doy a esta novela tres estrellas.
Valoración: *****